Ben Schneider, empresario peruano, defiende la experiencia latina para aprovechar crisis"Ahora lo único estable es la inestabilidad: aprovéchenlo"LLUÍS AMIGUET - La Contra de La Vanguardia. 21/01/2009
Tengo 53 años: la experiencia enseña que todo se repite de forma diferente. Soy limeño. Consejo latinoamericano: anticipe y aproveche los cambios y olvide las predicciones oficiales.
El emprendedor convierte la adversidad en oportunidad: hace más política que los políticos, ustedes se creían a salvo. Pensaban que existía una una frontera entre nosotros, los países que algunos llaman bananeros y otros corruptos, y ustedes, los occidentales; con instituciones y monedas sólidas; mercados previsibles y una ética centenaria que regulaba sus economías.
Y resulta que no éramos tan distintos.
Lo que ha sucedido no es que Latinoamérica se ha occidentalizado, sino al revés: Occidente se ha latinoamericanizado. Hoy lo único estable en la economía de mercado es la inestabilidad universal.
¿Maddof es un corralito para pijos?
Más que calificar, se trata de extraer lecciones de lo sucedido. Y no siempre somos nosotros los empresarios latinoamericanos quienes tenemos que aprender de ustedes.
¿Pueden ustedes enseñarnos algo?
Sí, que la inestabilidad puede ser una oportunidad y no sólo una amenaza. Lo que aquí a sus empresarios les parece una terrible recesión, para nosotros los emprendedores latinoamericanos es bussiness as usual.
Es un punto de vista estimulante.
Cuando estudié en Harvard tuve un gran profesor que se alegró de ver a un empresario latinaomericano en clase: "Al fin un alumno - dijo-acostumbrado a funcionar cuando no funciona nada". Ese es un know-how latinoamericano y ahora mismo utilísimo.
Cuénteselo a los empresarios de aquí a quienes han cortado el crédito.
Es fácil ser empresario cuando el sistema funciona como un reloj, el gobierno es estable y se cumplen las previsiones; pero un emprendedor no es un funcionario, es quien asume riesgo para crear riqueza y empleo pese a la incertidumbre y aun ineptitud y corrupción, como algunos han hecho en Latinoamérica.
Hay empresarios que no hacen negocios: hacen milagros.
Un empresario brasileño soportó entre 1986 y 1994 seis duros planes de estabilización; cinco cambios de moneda; una inflación del 1.000%; once ministros de Economía y uncorralito,porque en 1990 el gobierno confiscó todos los depósitos bancarios...
Eso sí que debe de doler.
¿De verdad les parece tan terrible la recesión con el euro y estabilidad política? Pues en Latinoamérica sin estabilidad ni moneda hay quien levantó empresas duraderas.
Dígame quiénes y les felicito.
Por ejemplo, el Grupo Gerdau de Aceros de Brasil creció en ese panorama de marasmo. Y hay otros muchos grupos empresariales latinos que sabrían ver oportunidades donde ustedes sólo ven la recesión.
¿Más ejemplos?
Un caso curioso y extremo es el de la Kola Real del Grupo Añaños de Perú: surgió cuando el terrorismo de Sendero Luminoso aisló Ayacucho y gran parte de la región cayó en manos de los maoístas: se quedaron sin Coca-Cola...
Supongo que eso no fue lo peor.
... Fue un desastre, pero ellos vieron la oportunidad. Juntaron 30.000 dólares y compraron en Miami maquinaria embotelladora usada y fabricaron en el mismo Ayacucho su Kola Real... ¡Y más barata! De ahí se expandieron - expertos en coyunturas difíciles-a Ecuador, Tailandia, Venezuela, y hoy ya tienen el 10% de mercado en México, primer consumidor per cápita del mundo de bebidas gaseosas.
Hicieron de la inestabilidad virtud.
Y fíjese en Molinos Río de Plata o Arcor en Argentina; Sodimac en Chile; Hilasal en Colombia o la CLN, que sobrevivió con sus rones al sandinismo; o el Banco Pichincha dominando Ecuador, donde, por cierto, se estrelló el Banco Santander por no pactar con los locales. Y en México...
A Slim ya lo conocemos.
Allí hay unas cuantas empresas que convirtieron dificultades en oportunidades: Femsa, por ejemplo, o José Cuervo con dos siglos de experiencia posicionando el tequila a nivel mundial con el whisky o el vodka.
Saben latín, está claro.
Y otras dos pequeñitas, pero matonas: el Café Britt de Costa Rica y una multinacional textil... ¡boliviana!
¿Lecciones de capitalismo de Bolivia? Beatriz Canedo descubrió en París el potencial de la lana de alpaca y regresó a Bolivia para fundar BCP. Se negó - como le ofrecían-a falsificar el origen de sus prendas y ponerles "Made in Italy" y apostó por el orgullo de ser el "Made in Bolivia", que hoy campea en jerséis exhibidos por Hillary Clinton o la reina Silvia de Suecia.
¿Qué más pueden enseñarnos?
A más crisis, más trabajo. Cuando todas las predicciones macroeconómicas fallan...
Y el horóscopo acierta más que Solbes. ...
Y tu gobierno es - con honrosas excepciones-más enemigo que aliado, sólo la información al minuto pegada al terreno te sirve, y eso significa más dedicación y más implicación: estar a la que salta las 24 horas. Los latinos sabemos estar más pendientes de aprovechar los cambios reales que de adaptarnos a la predicción oficial, siempre estropeada por alguna catástrofe inesperada.
¡Qué estrés!
¿Creían ustedes que los gestores latinos trabajamos menos? Es al revés. Allí ganar significa agilidad, reacción rápida, oportunidad, capacidad de resiliencia: ser capaz de levantarse enseguida cuando caes y rehacerte aún más rápido y saber rodearse de un equipo mucho más fiable que las instituciones.
Tengo 53 años: la experiencia enseña que todo se repite de forma diferente. Soy limeño. Consejo latinoamericano: anticipe y aproveche los cambios y olvide las predicciones oficiales.
El emprendedor convierte la adversidad en oportunidad: hace más política que los políticos, ustedes se creían a salvo. Pensaban que existía una una frontera entre nosotros, los países que algunos llaman bananeros y otros corruptos, y ustedes, los occidentales; con instituciones y monedas sólidas; mercados previsibles y una ética centenaria que regulaba sus economías.
Y resulta que no éramos tan distintos.
Lo que ha sucedido no es que Latinoamérica se ha occidentalizado, sino al revés: Occidente se ha latinoamericanizado. Hoy lo único estable en la economía de mercado es la inestabilidad universal.
¿Maddof es un corralito para pijos?
Más que calificar, se trata de extraer lecciones de lo sucedido. Y no siempre somos nosotros los empresarios latinoamericanos quienes tenemos que aprender de ustedes.
¿Pueden ustedes enseñarnos algo?
Sí, que la inestabilidad puede ser una oportunidad y no sólo una amenaza. Lo que aquí a sus empresarios les parece una terrible recesión, para nosotros los emprendedores latinoamericanos es bussiness as usual.
Es un punto de vista estimulante.
Cuando estudié en Harvard tuve un gran profesor que se alegró de ver a un empresario latinaomericano en clase: "Al fin un alumno - dijo-acostumbrado a funcionar cuando no funciona nada". Ese es un know-how latinoamericano y ahora mismo utilísimo.
Cuénteselo a los empresarios de aquí a quienes han cortado el crédito.
Es fácil ser empresario cuando el sistema funciona como un reloj, el gobierno es estable y se cumplen las previsiones; pero un emprendedor no es un funcionario, es quien asume riesgo para crear riqueza y empleo pese a la incertidumbre y aun ineptitud y corrupción, como algunos han hecho en Latinoamérica.
Hay empresarios que no hacen negocios: hacen milagros.
Un empresario brasileño soportó entre 1986 y 1994 seis duros planes de estabilización; cinco cambios de moneda; una inflación del 1.000%; once ministros de Economía y uncorralito,porque en 1990 el gobierno confiscó todos los depósitos bancarios...
Eso sí que debe de doler.
¿De verdad les parece tan terrible la recesión con el euro y estabilidad política? Pues en Latinoamérica sin estabilidad ni moneda hay quien levantó empresas duraderas.
Dígame quiénes y les felicito.
Por ejemplo, el Grupo Gerdau de Aceros de Brasil creció en ese panorama de marasmo. Y hay otros muchos grupos empresariales latinos que sabrían ver oportunidades donde ustedes sólo ven la recesión.
¿Más ejemplos?
Un caso curioso y extremo es el de la Kola Real del Grupo Añaños de Perú: surgió cuando el terrorismo de Sendero Luminoso aisló Ayacucho y gran parte de la región cayó en manos de los maoístas: se quedaron sin Coca-Cola...
Supongo que eso no fue lo peor.
... Fue un desastre, pero ellos vieron la oportunidad. Juntaron 30.000 dólares y compraron en Miami maquinaria embotelladora usada y fabricaron en el mismo Ayacucho su Kola Real... ¡Y más barata! De ahí se expandieron - expertos en coyunturas difíciles-a Ecuador, Tailandia, Venezuela, y hoy ya tienen el 10% de mercado en México, primer consumidor per cápita del mundo de bebidas gaseosas.
Hicieron de la inestabilidad virtud.
Y fíjese en Molinos Río de Plata o Arcor en Argentina; Sodimac en Chile; Hilasal en Colombia o la CLN, que sobrevivió con sus rones al sandinismo; o el Banco Pichincha dominando Ecuador, donde, por cierto, se estrelló el Banco Santander por no pactar con los locales. Y en México...
A Slim ya lo conocemos.
Allí hay unas cuantas empresas que convirtieron dificultades en oportunidades: Femsa, por ejemplo, o José Cuervo con dos siglos de experiencia posicionando el tequila a nivel mundial con el whisky o el vodka.
Saben latín, está claro.
Y otras dos pequeñitas, pero matonas: el Café Britt de Costa Rica y una multinacional textil... ¡boliviana!
¿Lecciones de capitalismo de Bolivia? Beatriz Canedo descubrió en París el potencial de la lana de alpaca y regresó a Bolivia para fundar BCP. Se negó - como le ofrecían-a falsificar el origen de sus prendas y ponerles "Made in Italy" y apostó por el orgullo de ser el "Made in Bolivia", que hoy campea en jerséis exhibidos por Hillary Clinton o la reina Silvia de Suecia.
¿Qué más pueden enseñarnos?
A más crisis, más trabajo. Cuando todas las predicciones macroeconómicas fallan...
Y el horóscopo acierta más que Solbes. ...
Y tu gobierno es - con honrosas excepciones-más enemigo que aliado, sólo la información al minuto pegada al terreno te sirve, y eso significa más dedicación y más implicación: estar a la que salta las 24 horas. Los latinos sabemos estar más pendientes de aprovechar los cambios reales que de adaptarnos a la predicción oficial, siempre estropeada por alguna catástrofe inesperada.
¡Qué estrés!
¿Creían ustedes que los gestores latinos trabajamos menos? Es al revés. Allí ganar significa agilidad, reacción rápida, oportunidad, capacidad de resiliencia: ser capaz de levantarse enseguida cuando caes y rehacerte aún más rápido y saber rodearse de un equipo mucho más fiable que las instituciones.