Nacidos con la red
Sí, es cierto: con la tecnología el mundo ya no es lo que era. Ni los chavales. Para las generaciones nacidas o crecidas cuando internet y los móviles eran una realidad, la tecnología no es una novedad. La usan para relacionarse, para vivir. Forma parte de ellos
Cristina Sáez 10/01/2009 Gente y TV. La Vanguardia
Carlos se acaba de licenciar en Derecho y, pese a la crisis y las expectativas poco halagüeñas de conseguir trabajo estos días, ha comenzado a enviar currículum a diestro y siniestro a bufetes de abogados. Les adjunta una carta en la que les cuenta que se ha formado, sobre todo, en derecho financiero, que es lo que más le gusta, y que ha seguido varios cursos y seminarios; ha hecho prácticas en la abogacía general del Estado y, también domina el inglés y tiene conocimientos de alemán. Y eso no es todo: este veinteañero forma parte de esa generación de jóvenes nacidos tan sólo diez años después de que saliera a la venta el primer ordenador personal que se manejan como pez en el agua con las nuevas tecnologías.
Según un estudio estadounidense publicado recientemente por el PewInternet Project, estos chicos, de media, se han pasado unas 5.000 horas jugando a la consola; el boom de internet los pilló en laESOy, desde entonces, han navegado por la red unas 3.500 horas y han enviado unos 250.000 mails, sms o mensajes de messenger; han asistido al nacimiento de Google, deWikipedia, de YouTube, de los fotologs; seguramente, ya no conciben sus relaciones sociales sin el messenger ni Tuenti ni Facebook; ni tampoco sin elmóvil, del que se habrán pasado colgados nada menos que unas 10.000 horas, o 417 días seguidos.
Pero Carlos, todo esto, claro está, no lo incluirá en los currículum que mande a las empresas aunque... quizás debería. La Harvard Business School acaba de lanzar el libro The Kids are alright, que recoge las conclusiones de una investigación que se llevó a cabo para identificar el impacto de la Gamer Generation, o generación de los videojuegos, en el mundo del trabajo. Y, para sorpresa de muchos, los datos que arroja poco o nada tienen que ver con la opinión generalizada que se suele tener de los jóvenes enganchados a las tecnologías de la información: resulta que no están tan atontados como muchos pensaban, sino todo lo contrario. Según esta investigación, esta generación que ha crecido jugando aMario Bros y alWorld ofWarcraft es más sociable, más leal con sus compañeros que aquellos que no han echado nunca ni una partidita. Además, estos chicos están más preparados para encarar el fracaso; optimizan mejor el cumplimiento de las tareas y, dice el estudio, están especialmente preparados para prosperar en la empresa del mañana.
Nativos digitales Esta generación está alfabetizada casi porcompleto en internet y las tecnologías de la información,como refleja el hecho de que siete de cada diez chavales de entre 16 y 24 años se conectan al menos una vez por semana. Y un dato más: el 91% de los jóvenes usa estas tecnologías, frente a l5% de los adultosmayores de 65 años que lo hacen. Además, ni tan siquiera piensan o dejan de pensar que las están usando. Para ellos es algo natural, como lo era ya para un par de generaciones atrás ver la tele o llamar por teléfono. Muchos tienen un ordenador con conexión en casa y los que aún no disponen de uno se conectan desde el ciber o el instituto. De un tiempo a esta parte, por la manía de nuestra sociedad de diseccionarlo todo, categorizarlo y clasificarlo, sociólogos, psicológos y, por ende, medios de comunicación comienzan a hablar de "nativos digitales", un término que acuñó el estadounidenseMark Prensky en el 2006 (http://www.marcprensky.com/) para referirse a estas nuevas oleadas de jóvenes nacidos en la digitalidad y que contrapone a los "inmigrantes digitales", aquellos que han tenido que migrar hacia ese nuevo mundo.
"Es complicado clasificar a una generación y más cuando se utiliza de un modo más publicitario o periodístico que realmente como descriptor sociodemográfico – alerta JoanMayans, director del Observatorio de la Cibersociedad (www.joanmayans.com)–. Últimamente, se habla mucho de la generación gamer y de la digital, ambas con mucho peso tecnológico, y es evidente que nuestros jóvenes son muy digitales en comparación con otros grupos de edad de la sociedad. Se puede hablar de nativos digitales, pero hay que contextualizar las categorías". En cambio, para Ángel Gordo, catedrático de Sociología de laUniversidad Complutense de Madrid (www.cibersomosaguas.com) y coordinador del libro Cultura digital y movimientos sociales (ed. Catarata, 2008), no existe una generación de jóvenes 2.0. "Son minoría. En España, sólo el 40% de la población tiene acceso a estas tecnologías, por tanto, no es un porcentaje significativo. Se está intentando crear una nueva clase de jóvenes, pero es una falacia".
Lo que está claro es que los chavales que han nacido en las dos últimas décadas tienen un dominio de las nuevas tecnologías que da mil vueltas, por lo general, al de sus padres, que miran entre fascinados y aterrados lo que saben hacer sus retoños. Y en este sentido, el término "nativos digitales" sirve también para enfatizar aún más la brecha que existe entre aquellos que utilizan estas tecnologías, viven totalmente inmersos en ellas desde que nacieron y las utilizan de manera natural, sin cuestionarse ni tan siquiera su uso, y aquellos que han tenido que aprenderlas. "Los jóvenes están al mismo tiempo endiosados y demonizados – señala Gordo, de la UCM –. Por un lado, en las noticias se habla de ellos y se los relaciona con la obesidad, con los trastornos conductuales, con suicidios, con muertes en la carretera por imprudencia, con palizas. Y al tiempo están mitificados para apuntar hacia el desarrollo de la sociedad de la información". Ellos lideran los usos de la nueva red 2.0. "¿Cómo es posible que estén cuestionados a la vez que los hayamos convertido en una killer application, en el principal objetivo del messenger, de YouTube, de las redes sociales, de Flickr? Las nuevas tecnologías son una especie de laboratorio para que los jóvenes se socialicen en una lógica de mercado".
Conectad@s Pero ¿tan distintas son estas nuevas generaciones de adolescentes conectadas de la de sus padres? Pues sí o no, según quién opine. "Ya nada es como antes", se lamentan algunos adultos cuando ven a sus hijos pasarse horas delante de la pantalla del ordenador chateando o jugando a la consola con un amigo que está en la otra punta del planeta. Pero es que el mundo ya no es como era hace diez años. Desde que Google u otras muchas aplicaciones irrumpieron en las pantallas de los ordenadores de todo el planeta, todo es diferente. De hecho, y para ser más exactos, desde que los primeros ordenadores personales se colaron casi de puntillas en los hogares y fueron arrinconando al rey de la casa, el televisor, incluso la vida familiar ha cambiado: los temas de discusión entre padres e hijos, los regalos navideños y de cumpleaños e incluso los castigos. Ahora todo pasa por los bits. "¡Castigado sin conectarte todo el fin de semana!", "mira, mis padresmehan regalado un disco duro multimedia para que pueda ver directamente en la tele las pelis queme bajo" o "acabo de uplodear las fotos que hicimos ayer al salir de clase".
Las tecnologías les sirven para relacionarse, para estar en contacto con sus amigos.Hace una década, se llamaban por teléfono o quedaban en la plaza al salir de clase. Ahora se mandan SMS y chatean desde casa después del cole.Aveces, quedan en un ciber, que es la excusa para quedar y estar un rato juntos o se ven en la red, que se ha convertido en un ciberespacio de encuentro. Para Aníbal de la Torre (www.adelat.org), profesor de secundaria del instituto cordobés de Palma del Río, "los adolescentes que tienen mucha vida social digital son los que presentan mejores destrezas sociales en su entorno analógico".
¿Qué hacen los jóvenes con las nuevas tecnologías? Pues muchas cosas y seguramente nada diferentes a las de los jóvenes de una o dos generaciones atrás: quedan con sus amigos, hablan, se explican cotilleos, cosas que han pasado en clase, se divierten y también se aburren. Buscan información para trabajos del cole, y también juegan. La diferencia entre ellos y la generación de sus padres radica en la forma de llevar a cabo todas esas acciones: ahora los chavales se valen de todas las posibilidades que les ofrecen las nuevas tecnologías. Mandan un sms para quedar con el resto del grupo, utilizan el messenger para charlar con los colegas y miran Wikipedia y otras páginas similares, en lugar de ir a la biblioteca, para hacer los deberes del cole. "Las actividades que se desarrollan en la pantalla son variadas y algunas tienen que ver con la imagen y otras con la comunicación, socialización, expresión, intercambio, música... Los jóvenes han incorporado las tecnologías para desarrollar sus perfiles propios de acuerdo a edad e intereses", considera el psicólogo Roberto Balaguer (www. robertobalaguer.com), experto en el impacto de internet ymóviles, para quien "para entender qué hacen en la red hay que referirse al tiempo de ocio de los jóvenes (...), que pasa por el consumo, actividades o vínculos, nuevas formas de contactarse y vincularse. Es lo que he llamado vidasconect@das, que necesitan de la conexión para sentirse, que se viven intensamente en las redes".
Y no sólo las incorporan, también tratan de darles sentido. Producen usos y significados y utilizan los productos que obtienen con estas tecnologías para relacionarse, marcar identidad y distancia entre grupos. Si antes te diferenciabas a través de la ropa que llevabas o de la música que escuchabas, ahora sucede lo mismo, simplemente que, además, los adolescentes crean sus identidades a partir de los vídeos que hacen, del mp3 que llevan y de la manera como se pasan música, por el tipo de foto que cuelgan en su fotolog y un largo etcétera.
"También les sirve para conseguir prestigio social dentro de su comunidad de amigos, popularidad, como los skaters, que cuelgan fotos y vídeos de sus hazañas sobre el monopatín. Y eso les sirve incluso para ligar", opina el sociólogo FrancescNúñez, de laUniversitat Oberta de Catalunya (UOC).
Pero hijo,¿ qué haces tanto rato delante del ordenador? "Los niños serán más o menos digitales, pero siguen siendo niños y necesitan una educación por parte de su entorno. Lo potencialmente alarmante de nuestra generación digital es que el resto de la sociedad, con sus referentes formativos a la cabeza, convierta esa característica en una barrera. Que un profesor o unos padres no sepan nada de las tecnologías implica que no podrán enseñar a sus hijos el modo en el que deben utilizarlas. Más allá de la competencia tecnológica existe una formación moral, ética e integral, que el proceso educativo sigue necesitando", reflexion a Mayans, al frente del Observatorio de la Cibersociedad.
Y es que, dicen los expertos, de la misma manera que no dejaríamos a un niño solo en una gran ciudad, tampoco se debe dejar que los hijos caminen por la red sin cierto control. Se trata de acompañarlos y protegerlos en la navegación, proporcionarles los consejos necesarios para evitar posibles riesgos. Entre las cosas que más temen los padres, además de un mal uso de las tecnologías, es que el ordenador y la consola compitan con los estudios y también con el tiempo que los adolescentes pasan con los padres. En este sentido, un panel elaborado por el Instituto de Infancia y Mundo Urbano de Barcelona (CIIMU), un consorcio formado por administraciones y universidades catalanas, arroja conclusiones distintas."Hay una relación muy débil entre el uso de las nuevas tecnologías y la relación con los padres – explica Pau Marí-Klose, profesor de sociología de laUniversitat de Barcelona y director metodológico del Panel Familias e Infancia–. No porque jueguen más a la videoconsola se relacionan menos con sus padres o valoran menos el tiempo que pasan con ellos. Además, los chicos utilizan las tecnologías de manera distinta en función de la relación que tienen con sus padres. Los que hablan a diario con ellos y estos hacen un seguimiento del niño, de su día a día, de sus intereses, suelen usar internet para hacer los deberes del cole".
Y aunque muchos progenitores se quejan del tiempo que los chicos pasan delante del ordenador, para otros, las TIC son una especie de canguro. "La dinámica de trabajo tan tremenda de la sociedad actual hace que muchos padres tengan que pasarse muchas horas fuera de casa y la tecnología se ha convertido en una especie de manera de solucionar el problema de que los niños estén solos tanto tiempo. Por eso, los críos tienen habitaciones tecnificadas, con tele, consola, ordenador. Un niño encerrado en su cuarto con todos estos medios no tiene que hablar, no tiene que discutir, está entretenido", destaca Aníbal de la Torre. Pero lo cierto es que los niños y adolescentes serán más o menos digitales, pero siguen siendo niños y adolescentes y necesitan una educación por parte de su entorno. Jóvenes sobradamente preparados en la era digital, pero jóvenes a fin de cuentas.
Sí, es cierto: con la tecnología el mundo ya no es lo que era. Ni los chavales. Para las generaciones nacidas o crecidas cuando internet y los móviles eran una realidad, la tecnología no es una novedad. La usan para relacionarse, para vivir. Forma parte de ellos
Cristina Sáez 10/01/2009 Gente y TV. La Vanguardia
Carlos se acaba de licenciar en Derecho y, pese a la crisis y las expectativas poco halagüeñas de conseguir trabajo estos días, ha comenzado a enviar currículum a diestro y siniestro a bufetes de abogados. Les adjunta una carta en la que les cuenta que se ha formado, sobre todo, en derecho financiero, que es lo que más le gusta, y que ha seguido varios cursos y seminarios; ha hecho prácticas en la abogacía general del Estado y, también domina el inglés y tiene conocimientos de alemán. Y eso no es todo: este veinteañero forma parte de esa generación de jóvenes nacidos tan sólo diez años después de que saliera a la venta el primer ordenador personal que se manejan como pez en el agua con las nuevas tecnologías.
Según un estudio estadounidense publicado recientemente por el PewInternet Project, estos chicos, de media, se han pasado unas 5.000 horas jugando a la consola; el boom de internet los pilló en laESOy, desde entonces, han navegado por la red unas 3.500 horas y han enviado unos 250.000 mails, sms o mensajes de messenger; han asistido al nacimiento de Google, deWikipedia, de YouTube, de los fotologs; seguramente, ya no conciben sus relaciones sociales sin el messenger ni Tuenti ni Facebook; ni tampoco sin elmóvil, del que se habrán pasado colgados nada menos que unas 10.000 horas, o 417 días seguidos.
Pero Carlos, todo esto, claro está, no lo incluirá en los currículum que mande a las empresas aunque... quizás debería. La Harvard Business School acaba de lanzar el libro The Kids are alright, que recoge las conclusiones de una investigación que se llevó a cabo para identificar el impacto de la Gamer Generation, o generación de los videojuegos, en el mundo del trabajo. Y, para sorpresa de muchos, los datos que arroja poco o nada tienen que ver con la opinión generalizada que se suele tener de los jóvenes enganchados a las tecnologías de la información: resulta que no están tan atontados como muchos pensaban, sino todo lo contrario. Según esta investigación, esta generación que ha crecido jugando aMario Bros y alWorld ofWarcraft es más sociable, más leal con sus compañeros que aquellos que no han echado nunca ni una partidita. Además, estos chicos están más preparados para encarar el fracaso; optimizan mejor el cumplimiento de las tareas y, dice el estudio, están especialmente preparados para prosperar en la empresa del mañana.
Nativos digitales Esta generación está alfabetizada casi porcompleto en internet y las tecnologías de la información,como refleja el hecho de que siete de cada diez chavales de entre 16 y 24 años se conectan al menos una vez por semana. Y un dato más: el 91% de los jóvenes usa estas tecnologías, frente a l5% de los adultosmayores de 65 años que lo hacen. Además, ni tan siquiera piensan o dejan de pensar que las están usando. Para ellos es algo natural, como lo era ya para un par de generaciones atrás ver la tele o llamar por teléfono. Muchos tienen un ordenador con conexión en casa y los que aún no disponen de uno se conectan desde el ciber o el instituto. De un tiempo a esta parte, por la manía de nuestra sociedad de diseccionarlo todo, categorizarlo y clasificarlo, sociólogos, psicológos y, por ende, medios de comunicación comienzan a hablar de "nativos digitales", un término que acuñó el estadounidenseMark Prensky en el 2006 (http://www.marcprensky.com/) para referirse a estas nuevas oleadas de jóvenes nacidos en la digitalidad y que contrapone a los "inmigrantes digitales", aquellos que han tenido que migrar hacia ese nuevo mundo.
"Es complicado clasificar a una generación y más cuando se utiliza de un modo más publicitario o periodístico que realmente como descriptor sociodemográfico – alerta JoanMayans, director del Observatorio de la Cibersociedad (www.joanmayans.com)–. Últimamente, se habla mucho de la generación gamer y de la digital, ambas con mucho peso tecnológico, y es evidente que nuestros jóvenes son muy digitales en comparación con otros grupos de edad de la sociedad. Se puede hablar de nativos digitales, pero hay que contextualizar las categorías". En cambio, para Ángel Gordo, catedrático de Sociología de laUniversidad Complutense de Madrid (www.cibersomosaguas.com) y coordinador del libro Cultura digital y movimientos sociales (ed. Catarata, 2008), no existe una generación de jóvenes 2.0. "Son minoría. En España, sólo el 40% de la población tiene acceso a estas tecnologías, por tanto, no es un porcentaje significativo. Se está intentando crear una nueva clase de jóvenes, pero es una falacia".
Lo que está claro es que los chavales que han nacido en las dos últimas décadas tienen un dominio de las nuevas tecnologías que da mil vueltas, por lo general, al de sus padres, que miran entre fascinados y aterrados lo que saben hacer sus retoños. Y en este sentido, el término "nativos digitales" sirve también para enfatizar aún más la brecha que existe entre aquellos que utilizan estas tecnologías, viven totalmente inmersos en ellas desde que nacieron y las utilizan de manera natural, sin cuestionarse ni tan siquiera su uso, y aquellos que han tenido que aprenderlas. "Los jóvenes están al mismo tiempo endiosados y demonizados – señala Gordo, de la UCM –. Por un lado, en las noticias se habla de ellos y se los relaciona con la obesidad, con los trastornos conductuales, con suicidios, con muertes en la carretera por imprudencia, con palizas. Y al tiempo están mitificados para apuntar hacia el desarrollo de la sociedad de la información". Ellos lideran los usos de la nueva red 2.0. "¿Cómo es posible que estén cuestionados a la vez que los hayamos convertido en una killer application, en el principal objetivo del messenger, de YouTube, de las redes sociales, de Flickr? Las nuevas tecnologías son una especie de laboratorio para que los jóvenes se socialicen en una lógica de mercado".
Conectad@s Pero ¿tan distintas son estas nuevas generaciones de adolescentes conectadas de la de sus padres? Pues sí o no, según quién opine. "Ya nada es como antes", se lamentan algunos adultos cuando ven a sus hijos pasarse horas delante de la pantalla del ordenador chateando o jugando a la consola con un amigo que está en la otra punta del planeta. Pero es que el mundo ya no es como era hace diez años. Desde que Google u otras muchas aplicaciones irrumpieron en las pantallas de los ordenadores de todo el planeta, todo es diferente. De hecho, y para ser más exactos, desde que los primeros ordenadores personales se colaron casi de puntillas en los hogares y fueron arrinconando al rey de la casa, el televisor, incluso la vida familiar ha cambiado: los temas de discusión entre padres e hijos, los regalos navideños y de cumpleaños e incluso los castigos. Ahora todo pasa por los bits. "¡Castigado sin conectarte todo el fin de semana!", "mira, mis padresmehan regalado un disco duro multimedia para que pueda ver directamente en la tele las pelis queme bajo" o "acabo de uplodear las fotos que hicimos ayer al salir de clase".
Las tecnologías les sirven para relacionarse, para estar en contacto con sus amigos.Hace una década, se llamaban por teléfono o quedaban en la plaza al salir de clase. Ahora se mandan SMS y chatean desde casa después del cole.Aveces, quedan en un ciber, que es la excusa para quedar y estar un rato juntos o se ven en la red, que se ha convertido en un ciberespacio de encuentro. Para Aníbal de la Torre (www.adelat.org), profesor de secundaria del instituto cordobés de Palma del Río, "los adolescentes que tienen mucha vida social digital son los que presentan mejores destrezas sociales en su entorno analógico".
¿Qué hacen los jóvenes con las nuevas tecnologías? Pues muchas cosas y seguramente nada diferentes a las de los jóvenes de una o dos generaciones atrás: quedan con sus amigos, hablan, se explican cotilleos, cosas que han pasado en clase, se divierten y también se aburren. Buscan información para trabajos del cole, y también juegan. La diferencia entre ellos y la generación de sus padres radica en la forma de llevar a cabo todas esas acciones: ahora los chavales se valen de todas las posibilidades que les ofrecen las nuevas tecnologías. Mandan un sms para quedar con el resto del grupo, utilizan el messenger para charlar con los colegas y miran Wikipedia y otras páginas similares, en lugar de ir a la biblioteca, para hacer los deberes del cole. "Las actividades que se desarrollan en la pantalla son variadas y algunas tienen que ver con la imagen y otras con la comunicación, socialización, expresión, intercambio, música... Los jóvenes han incorporado las tecnologías para desarrollar sus perfiles propios de acuerdo a edad e intereses", considera el psicólogo Roberto Balaguer (www. robertobalaguer.com), experto en el impacto de internet ymóviles, para quien "para entender qué hacen en la red hay que referirse al tiempo de ocio de los jóvenes (...), que pasa por el consumo, actividades o vínculos, nuevas formas de contactarse y vincularse. Es lo que he llamado vidasconect@das, que necesitan de la conexión para sentirse, que se viven intensamente en las redes".
Y no sólo las incorporan, también tratan de darles sentido. Producen usos y significados y utilizan los productos que obtienen con estas tecnologías para relacionarse, marcar identidad y distancia entre grupos. Si antes te diferenciabas a través de la ropa que llevabas o de la música que escuchabas, ahora sucede lo mismo, simplemente que, además, los adolescentes crean sus identidades a partir de los vídeos que hacen, del mp3 que llevan y de la manera como se pasan música, por el tipo de foto que cuelgan en su fotolog y un largo etcétera.
"También les sirve para conseguir prestigio social dentro de su comunidad de amigos, popularidad, como los skaters, que cuelgan fotos y vídeos de sus hazañas sobre el monopatín. Y eso les sirve incluso para ligar", opina el sociólogo FrancescNúñez, de laUniversitat Oberta de Catalunya (UOC).
Pero hijo,¿ qué haces tanto rato delante del ordenador? "Los niños serán más o menos digitales, pero siguen siendo niños y necesitan una educación por parte de su entorno. Lo potencialmente alarmante de nuestra generación digital es que el resto de la sociedad, con sus referentes formativos a la cabeza, convierta esa característica en una barrera. Que un profesor o unos padres no sepan nada de las tecnologías implica que no podrán enseñar a sus hijos el modo en el que deben utilizarlas. Más allá de la competencia tecnológica existe una formación moral, ética e integral, que el proceso educativo sigue necesitando", reflexion a Mayans, al frente del Observatorio de la Cibersociedad.
Y es que, dicen los expertos, de la misma manera que no dejaríamos a un niño solo en una gran ciudad, tampoco se debe dejar que los hijos caminen por la red sin cierto control. Se trata de acompañarlos y protegerlos en la navegación, proporcionarles los consejos necesarios para evitar posibles riesgos. Entre las cosas que más temen los padres, además de un mal uso de las tecnologías, es que el ordenador y la consola compitan con los estudios y también con el tiempo que los adolescentes pasan con los padres. En este sentido, un panel elaborado por el Instituto de Infancia y Mundo Urbano de Barcelona (CIIMU), un consorcio formado por administraciones y universidades catalanas, arroja conclusiones distintas."Hay una relación muy débil entre el uso de las nuevas tecnologías y la relación con los padres – explica Pau Marí-Klose, profesor de sociología de laUniversitat de Barcelona y director metodológico del Panel Familias e Infancia–. No porque jueguen más a la videoconsola se relacionan menos con sus padres o valoran menos el tiempo que pasan con ellos. Además, los chicos utilizan las tecnologías de manera distinta en función de la relación que tienen con sus padres. Los que hablan a diario con ellos y estos hacen un seguimiento del niño, de su día a día, de sus intereses, suelen usar internet para hacer los deberes del cole".
Y aunque muchos progenitores se quejan del tiempo que los chicos pasan delante del ordenador, para otros, las TIC son una especie de canguro. "La dinámica de trabajo tan tremenda de la sociedad actual hace que muchos padres tengan que pasarse muchas horas fuera de casa y la tecnología se ha convertido en una especie de manera de solucionar el problema de que los niños estén solos tanto tiempo. Por eso, los críos tienen habitaciones tecnificadas, con tele, consola, ordenador. Un niño encerrado en su cuarto con todos estos medios no tiene que hablar, no tiene que discutir, está entretenido", destaca Aníbal de la Torre. Pero lo cierto es que los niños y adolescentes serán más o menos digitales, pero siguen siendo niños y adolescentes y necesitan una educación por parte de su entorno. Jóvenes sobradamente preparados en la era digital, pero jóvenes a fin de cuentas.